Hipótesis actual
Se puede
comenzar destacando el hilo musical compartido y significativo: un inicio y
final con Cheek to cheek con Fred
Astaire y Ginger Rogers, abriendo y cerrando la historia con una canción. Se
observa que el cartel del cine al que mira Cecilia al principio la tiene
hipnotizada mientras suena la canción, y que se interrumpe cuando cae una letra
(la devuelve a la realidad). Al final del filme, Cecilia ve la película con esa
canción y se queda de nuevo hipnotizada (después de ser abandonada por Gil
Shepperd).
Las partes en
las que Cecilia está en el cine se articulan mediante plano/contraplano. Es el
lugar en el que ella escapa de la realidad, del drama de su vida. Vemos como
sonríe y se distrae progresivamente, independientemente de lo que haya sucedido
y sea malo (su marido maltratándola física y psicológicamente, el despido, el
abandono de su amor…). Cecilia es una persona entre la ilusión (el mundo de
película) y la realidad (su propia vida), sin llegar nunca a encajar en ninguna
de las dos dimensiones. Se nota cuando ella está en la cafetería y sigue
pensando y “viviendo” en la película. Ella dice que no sabe bailar, pero lo
dice en el plano de la realidad: cuando cruza hacia la película sí baila, por
ejemplo.
Hablemos de
los niveles extradiegético, intradiegético y metadiegético. Tenemos la película
que nosotros, como espectadores, vemos. Luego está la película que Cecilia está
viendo. Se diferencian por el color y el granulado, la parte en color (mundo de Cecilia) esta en un nivel intradiegético y la
parte en blanco y negro (mundo de la Rosa Púrpura) es un nivel metadiegético. El
nivel extradiegético es todo lo ajeno a ambos niveles, pero que construye el
relato: el montaje.
Para
diferenciar las dos propuestas se juegan con las características del cine
clásico del blanco y negro: candidez de los personajes, luminosidad, lugares
exóticos y lujosos… En la banda en color tenemos New Jersey, una cafetería en
la que trabaja Cecilia, una realidad vacía y decadente… Aquí existe el
contraste entre ambos niveles. Metalepsis: transgresión, ruptura entre la
separación de niveles. En esta película sucede esto en la rotura completa de la
cuarta pared del nivel metadiegético por parte de Tom Baxter. Se mezclan los
mundos, interactúan sus personajes.
La fisura
entre dos niveles se hace porque la delimitación es la pantalla, y Tom Baxter
observa a Cecilia a través de la pantalla (sobresalto del voyeur o carácter de
“mirón” del espectador). El salto de Tom Baxter es llevar a lo literal lo que
resulta una idea teórica de los niveles de ficción separados. Se trata de forma
física lo que en otras película sresulta algo estructural y que no forma parte
de la trama en sí. Las películas tienen normas y propuestas, y La Rosa Púrpura del Cairo juega con las
reglas de la película que ve Cecilia y la que vemos nosotros: se despierta
doblemente a los espectadores de ambas películas con la metalepsis.
Desde que Tom
Baxter salta al nivel intradiegético, la historia se sitúa aquí, el relato
acontece en este nivel. Cuando Cecilia entra en la película en blanco y negro,
se hace un salto al nivel metadiegético. Cuando Tom Baxter actúa y habla de formas
determinadas (pagar con dinero falso de película, “¿Dónde está el fundido a
negro?”) es porque está acostumbrado a las reglas de su mundo metadiegético,
normas que no funcionan en el mundo intradiegético. El humor se articula a
través de este desequilibrio entre las reglas de ambos niveles, pero no es una
transgresión.
Metalepsis
del espectador saliendo del cine quejándose de lo que ha sucedido con la
película: se sienten engañados, aunque se sabe que la película en sí es un
aparataje ilusorio. Se juegan con las expectativas de los espectadores de
Hollywood, tanto por parte de estos espectadores de la película en blanco y
negro como por parte nuestra como espectadores extradiegéticos (esperando que
roben un coche, que haya un fundido en negro…), que vemos una película pero que
dicha película reflexiona sobre los límites y diferencias entre realidad y
ficción. “Esto no es una película”
Escena en la
Iglesia: para Cecilia hay un Dios en su universo, para Tom Baxter sus dioses
son los guionistas de la película. Llega su marido a la Iglesia y hay una pelea
(escena de violencia sobre suelo sagrado), se hace una referencia de nuevo a
las reglas de ambos mundos cuando se pelean y Tom Baxter actúa y reacciona como
si fuera una película de la Edad de Oro de Hollywood.
Cecilia cruza
al mundo de Tom Baxter y termina de desestabilizar todos los hechos de la
película (antes ya se había desequilibrado todo el relato). El camarero, al
darse cuenta de que no hay que seguir el guión cerrado, se pone a bailar
claqué: humor a base de romper la estructura del guión metadiegético. El
trasvase de los códigos del cine clásico a la película que vemos como
espectadores externos es la temática principal: el género clásico de Hollywood
se representa con sus características, y Cecilia participa del mismo al entrar
en la película, pero dando datos que indican que ella pertenece a otro mundo.
Lo mismo sucede en el caso de Tom Baxter en el mundo de Cecilia, la
intradiégesis.
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